domingo, 20 de abril de 2014

Ironía.

Últimamente he tenido muchas ganas de viajar. No sé si es porque tengo una meta que involucra un viaje a otro país, pero creo que en los últimos meses he sentido esa necesidad de dejar todo y perderme aunque sea por un fin de semana.

Estas vacaciones tuvieron algo de eso, a excepción de que ese lugar ya era un poco familiar para mí. Y aun así fue diferente a las veces anteriores porque viví este mini viaje con una persona diferente. Es divertido ver como todo cambia, aunque sea el mismo lugar, si el momento se vive con personas ajenas a los anteriores.

Esta vez fuimos a un lugar donde se pueden encontrar restaurantes de comida mexicana-alemana-austriaca (yo tampoco entiendo), tiendas de chocolates finos traídos desde Bélgica pero son preparados a base de tequila, y agencias de bienes raíces con anuncios en inglés con un puesto de joyería indígena en la puerta. Así de irónico.

Al final, así es México.

















martes, 1 de abril de 2014

Pijama.


El domingo regresé del aeropuerto y honestamente no quería estar sola. Cuando iba pasando por las calles antes de llegar a mi casa, me di cuenta de que las flores se habían puesto muy bonitas. Que cursi.


Pero es verdad.


Vivo en medio de un bosque, y normalmente siempre hace frío y todo es muy verde. Pero creo que todo es más bonito a color, excepto la fotografía. La fotografía sí la prefiero a blanco y negro.









Cuando llegué, Regina acababa de despertar. Le puse unas pantuflas de princesas, una sudadera con orejas y la subí al coche. Con la batería cargada a la mitad, nos bajamos a jugar con las flores nuevas. Es ahí cuando me doy cuenta de que vivo con muchas presiones y preocupaciones dentro de mi cabeza, y que está bien de vez en cuando guardar silencio y jugar. O evitar picaduras de abejas.















La pasamos bien. Pocas personas me hacen sentir tranquila o me hacen olvidarme de todo. Regina es una de ellas. Ella cambia todo, mejora todo, tranquiliza todo. Y sé que por algo estamos aquí, viviendo momentos desde hace casi cuatro años. Supongo que algún ser supremo planeó esta vida tan padre que hemos tenido. 
Al final, aunque siempre hemos estado rodeada de muchísima gente, sólo somos ella y yo. Y eso es lo que me hace ser mejor persona cada día.